Carpe diem. Mi amor de verano♥ Novelas 1D~

sábado, 15 de diciembre de 2012

Summer Love♥: Capítulo 7



En el momento que me dijo eso me quedé mirando al móvil con cara de extrañada pero estaba muy emocionada por lo que me diría.
-¿¡El qué!? Tía, dímelo ya –Le dije.
-¡TÍA! ¡QUE EN AGOSTO ME VOY DE VACACIONES A LONDRES UNA SEMANA! ¡Y PODRÉ VERTE!
En ese momento me puse a saltar encima de la cama con una felicidad enorme. Dejé de saltar por si Harry se despertaba por mi culpa, entonces me volví a meter en la cama y le empecé a decir:
-¿¡Y eso!?
-Pues mi padre tiene una reunión del trabajo allí, y nos ha dicho que si nos gustaría visitar Londres de mientras que él trabaja. Y obviamente le he dicho que sí.
-Joder tía, me alegro muchísimo de que vengas. Estoy muy contenta de verdad
-Bueno guapa, me voy a dormir, que, por si no lo sabes, aquí son las 4:00 de la mañana jajaja
-Ups, es verdad. Buenas noches guapísima.
Al despedirnos, puse un tweet diciendo las buenas noches, apagué el móvil y me fui a dormir.
*Por la mañana*
-Pipipipipi
El despertador me saca de quicio. Cada vez que suena me entran ganas de coger el móvil y estamparlo contra la pared, así me quedaría muy a gusto.
Entonces me levanté y me quedé sentada en la cama, contemplando esa maravillosa zapatilla que había delante de mí. Entonces escuché el ruido de la tele, salí de mi habitación y asomé la cabeza por las escaleras y ahí estaba Harry, sentado en el sofá, viendo… ¿Bob Esponja? ¿Perdón? Me salió una carcajada enorme y él giró la cabeza y me vio.
-Anda, ya estás despierta enana –Me dijo.
-¿Otra vez te tengo que decir que no me llames enana?
-Pero, ¿qué tiene de malo que te llame así?
-No tiene nada de malo, pero no me conoces casi nada y no pega nada que me llames así ahora.
-Pues te tendré que empezar a conocer, y tú a mí, ¿no? –Me dijo.
-Pero todo a su tiempo jajajaja –Le dije.
-Vale, vale –Dijo riéndose.
Bajé hasta la cocina para desayunar algo, estaba muerta de hambre. En unos minutos me preparé un Nesquick y tostadas y me puse a comer como una loca. Harry se levantó del sofá y vino andando lentamente hacia la cocina, se sentó al lado mía y me dijo:
-Nicole –Entonces le interrumpí y le dije:
-Anda, no me has llamado enana. ¡MILAGRO!
-Jajajaja, te voy a hacer caso, prefiero conocerte mejor, y cuando ya te conozca más, te llamaré enana durante el resto del verano
-Que gracioso eres –Le dije irónicamente mientras reía –Bueno, ¿qué querías?
-Mi madre ha llamado hace una hora diciéndome que no van a llegar a casa hasta la noche
-¿¡Hasta la noche!? ¿¡Por qué tan tarde!? –Le dije.
-Porque van a comer en el hotel, y por la tarde recogen a Gemma de casa de su amiga.
-¿Y qué vamos a hacer todo el día? ¿Vamos a estar todo el día encerrados sin hacer nada?
-Mmmm… Si quieres podemos salir al centro a enseñarte Londres, ¿no?
-¿¡Hablas en serio!? ¿Nos dejarán?
-Pues claro que nos dejarán. Ya tengo el carnet de conducir y me sé Londres entera, así que, no hay problema.
Cuando me dijo eso, me levanté y le di un abrazo sin pensármelo dos veces, y encima, él me dio otro… Sinceramente, me encantó.
-¿A qué hora salimos? –Le dije.
-Pues dentro de una hora si quieres.
-Vale vale, me voy a duchar.
Entonces subí las escaleras corriendo para irme a la ducha. Entré en mi habitación y me puse delante del armario y  empecé a pensar: ‘’¿Qué mierda me pongo yo?’’
Y dándole vueltas y vueltas y vueltas a la cabeza, por fin encontré algo, aunque sea demasiado normalito:

Entonces, cogí la ropa y me metí en el baño a ducharme. De mientras que me lavaba el pelo, me puse a cantar de lo feliz que estaba y tenía varias razones: Zoe va a venir a Londres en Agosto, ahora me iba a dar una vuelta al centro, voy a estar todo el verano con Harry… Lo dicho, que tengo muchísimas razones para estar feliz.
Cuando terminé de ducharme, me puse la toalla y me empecé a secar el pelo. Me encanta mi pelo, es rubio con algunos mechones morenos claros, y cuando es verano, los mechones se me vuelven más rubios. Vaya, que me encanta.
Cuando ya terminé de secarme el pelo, me empecé a vestir y a maquillarme.
Cuando salí del baño ya arreglada, vi a Harry vestido con unos vaqueros, una camiseta blanca y unos zapatos monísimos, y también llevaba en la mano una sudadera.
Bajé abajo y me dijo:
-Guau, estás muy guapa ena… Nicole, perdón jajaja
-Ah, me creía yo que me ibas a llamar otra vez enana. Y por cierto, tú también estás muy guapo.
-No tanto como tú –Me dijo con la sonrisa ladeada –Bueno, ¿nos vamos?
-Sí, por favor.
Entonces Harry me abrió la puerta y me dejó pasar. Cerró la puerta y le dio a un botón de sus llaves y escuché el ruido de un garaje y… ¡Madre mía, que pedazo de coche! Es un Mercedes precioso, me quedé boquiabierta.
-Bonito ¿eh? –Me dijo.
-Joder, es precioso, ¿y este es tu coche?
-Sí, me lo compraron nada más sacarme el carnet. Bueno, ¿subes?
-Claro
Me abrió la puerta de su precioso Mercedes y me hizo la señal para que subiera. Me subí en el coche y me cerró la puerta. Le dio la vuelta al coche y se subió también.
Arrancó el coche y puso la música a todo volumen, yo estaba flipando y cantando al ritmo de la música. Me sentía muy libre al montarme en el coche, me daba el viento en la cara, estaba escuchando música, y tenía a Harry al lado. No podría estar mejor. En ese momento, Harry bajó el volumen de la música y me preguntó:
-¿Estás impaciente por llegar?
-Joder, muy impaciente. Nunca he visitado Londres, y pensar que en menos de 5 minutos estaré pisando ese suelo… No me lo creo jajajaja
Entonces, Harry volvió a subir el volumen de la música y se puso las gafas de sol. Él también me dio unas gafas idénticas a las suyas, eran unas Ray-Ban negras, muy chulas.
Harry se puso a levantar los brazos como si estuviera en una fiesta, y le grité:
-¡¡Harry!! ¡Ten cuidado!
-Tranquila, te aseguro que conmigo no te pasará nada. –Me dijo sonriendo. –Oye, coge esa cinta negra que hay ahí y póntela en los ojos.
Harry me señaló una cinta negra que había la guantera del coche.
-¿Para qué?
-Calla y póntela.
Le hice caso y me puse la cinta. No veía nada de nada, entonces me puse a esperar hasta poder quitármela.
Ya pasaron 5 minutos y me dijo Harry:
-Nicole, quítatela ya.
Entonces me la quité y miré el paisaje y… ¡YA ESTÁBAMOS EN LONDRES! Cuando me quité la venda vi el Big Ben al lado nuestra y un montón de autobuses de dos pisos y de cabinas de teléfono rojas. Estaba flipándolo en colores.
-¡Aiii dios mío! ¡Que estoy en Londres! ¡No me lo creo!
Harry en ese momento se rió a carcajadas por mi reacción. Es que no me lo podía creer.
-Bueno enana, ya he aparcado, baja del coche.
Entonces le miré con cara de enfado y se dio cuenta de que me llamó enana.
-Ups, perdón, Nicole jajajaja
-Así me gusta –Le dije con cara vacilante.
Me bajé del coche, me subí en la acera y dije: Por fin, estoy aquí, en Londres.

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